domingo, 11 de enero de 2009

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La taberna del tuerto Joe, que estaba situada junto a los muelles, era el tipico lugar de reunion para todos aquellos que llegaban a la ciudad de North Town buscando fama, fortuna, o ambas cosas. Tal vez por eso se decia que no era un lugar muy recomendable a no ser de que fueses un pirata.

Ni siquiera los marinos se atrevian a meter las narices alli, pues no acostumbraban a salir bien parados ya que los parroquianos (los habituales del bar) no simpatizaban demasiado con cosas como la ley o la justicia.

Alli se trapicheaba con practicamente cualquier cosa, desde informacion hasta vidas humanas y no habia dia en el que, por una cosa o por otra (ya fuesen trampas a las cartas como viejas cuentas pendientes o algun cazarrecompensas en busca de cierta persona) que no se liase una buena y comenzase una pelea. Momento en el que, depende de la magnitud del encuentro, el local quedaba mas o menos destrozado. El motivo por el que el tuerto Joe seguia conservando el local en lugar de haberlo cerrado (a ojos de los ciudadanos de North Town un negocio con tantas reformas no podia ser rentable) era porque si algo eran los piratas (o los cazarrecompensas, o quien sea que fuese de dudosa reputacion y que tuviese una bronca en la taberna de Joe) era gente justa y el perdedor siempre pagaba los desperfectos (ademas de cierta comision por daños y prejuicios al tabernero).

Aun asi nadie se esperaba lo que pasó aquella mañana.

El mar (o al menos "aquel" mar) llevaba unos meses bastante agitados. Se escuchaban rumores de cierta banda pirata que estaba ganando fama y fortuna muy rapidamente. Rumores que hablaban de que si habian terminado ahi era porque ya no tenian mas que saquear ni robar en ninguno de los otros siete mares. Ademas, cuando se hablaba de ellos no se hablaba de un gran numero de personas. Segun contaban no eran mas que cuatro piratas que viajaban en un pequeño barco y que, a pesar de eso, no habian podido ser detenidos por la marina.

Por eso todo el pueblo de North Town se estremeció cuando se corrió la noticia de que un barco con la bandera de los piratas del mono blanco se acercaba a la ciudad. En su interior viajaban los cuatro piratas del mono blanco. Marco, el capitan, efusivo, animado y siempre dispuesto para una pelea, Tom, el segundo de abordo, uno de los asesinos mas temidos en todo el oceano, Harry, el cocinero, un bonachon y simpatico gordo al que era mejor no hacer enfadar y Nino, el carpintero del barco, un tipo alto como una montaña que no era demasiado amigo de la conversacion.

Desembarcaron en el muelle numero 11 y tras un par de preguntas sobre donde podian tomar un trago fueron enviados a la taberna de Joe.

Aquel dia el viento apenas soplaba y el sol calentaba con cierta fuerza, en un clima propio de aquella zona del mundo.

La puerta se abrió de un golpe y en la taberna (en donde ya eran conscientes de la llegada de los piratas del mono blanco) reinó el silencio al ver a las cuatro figuras entrar. Todos temblaban de miedo. ¿Que hacian en un lugar como North Town aquellos hombres?.

Los cuatro se sentaron en la barra tras apartar a un par de borrachos.

-Camarero! -dijo con efusividad el capitan- E! Camarero! Ponnos unos vasos de ron por aqui!
-Si, enseguida -le contesto Joe devolviendole la sonrisa, que era el unico que conservaba la calma de todo el bar

Mientras les servia el ron los cuatro piratas se dieron cuenta del silencio que habia en el bar a pesar de la cantidad de gente que habia, y es que nadie queria faltarles al respeto.

-Oye camarero...-dijo Marco
-Joe
-Vale Joe... nos habian dicho que este era un lugar animado y lo que parece es un entierro, ¿Ha muerto alguien?
El tuerto rió con su sonora risa- Si suele ser animado -se acerco un poco mas a los cuatro piratas- lo que pasa es que... vosotros sois los del mono blanco no?
-Si... -dijo Tom fria y secamente, con esa voz raspada que tenia y que daba tanto miedo
-Pues es que creo que os tienen miedo.
-MIEDO!!!??? -grito riendo el cocinero- MIEDO PORQUE????
-Todos nos temen Harry, ya deberias haberte dado cuenta -le contestó Nino.
-Asi que nos teneis miedo e??? -Gritó dandose la vuelta el capitan-Panda de mariconazos... aun no teneis ni idea de lo que es el miedo!!!

Despues le miró a Joe el tuerto que sonreia. En realidad le encantaban aquellas peleas, daban vida al bar y lo alejaban de la monotonia. Como si hubiese entendido el gesto de aprovacion de Joe Marco le devolvió la sonrisa

-No te preocupes, tampoco lo destrozaremos mucho.-Volvió a girarse hacia los de mas piratas y saltó de su taburete. Mientras caminaba hacia ellos haciendose crugir los dedos les gritó-Venga maricones!! A ver si entre todos sois capaces de tumbarme!!!

Segun cuentan la taberna de Joe habia visto de todo antes de aquello. Habia visto lucha libre entre gigantes, ejercitos de piratas de doscientos hombres enfrentarse entre si, redadas de la policia enfrentarse a piratas en las noches en las que el bar habia estado mas abarrotado, incluso se contaba que una vez se habia disparado un cañon en su interior. Y sin embargo nunca se estremeció tanto como cuando Marco, el lider de los piratas del mono blanco, se enfrentó a todos aquellos criminales. Era como un demonio, nadie podiá detenerlo. Tranquilo, sin prisa, el capitan iba destrozando a todos sus enemigos. Evidentemente no les mataba pues no tenía necesidad para ello, pero si que necesitaba golpearles por el simple y llano motivo que consideraba que un pirata que teme a otro solo por la fama que el segundo tiene no merece ser llamado pirata.

Unos quince minutos (y despues de haber destrozado la taberna entera y haber recogido todo el dinero de los bolsillos de todos y cada uno de los piratas derrotados) Marco volvió a su silla, puso de nuevo el taburete en su sitio y se sentó.

... to be continued...