El humo ocupaba la mayor parte del espacio de la habitacion. Tirados en el suelo reian sin parar, tanto que ya ni recordaban porque habian empezado a reir.
Se miraron con los ojos llorosos. Él nunca la habia visto tan guapa a ella y ella nunca lo vio tan sexi.
-Te quiero -dijo el sin dejar de sonreir cuando consiguio calmar su risa lo suficiente como para articular palabras.
Se besaron, y alli donde estaban, en el suelo de su habitacion, rodeados por humo y cigarrillos de la risa, hicieron el amor tan salvajemente que el universo notó la sacudida