jueves, 30 de julio de 2009

Drogas Blandas

Tercera hora. Sara se mordia las uñas nerviosa, aun quedaban otras cuatro horas mas para irse pero ya no podia mas. El profesor hablaba pero ella no era capaz de entender nada de lo que le decia, era como si le hablase en otro idioma distinto. Comenzó a rascarse las piernas de manera nerviosa y a jugar con el lapiz.

-Quieres parar? -le pregunto susurrando Marta, su mejor amiga y la que se sentaba a su lado desde quinto curso
-No puedo -respondio ella

Miro a su alrededor, como zombies, como borregos, como ella deberia estar haciendo, todos los de mas alumnos atendian a la explicacion del profesor (o al menos fingian hacerlo mejor que ella). Ya no podia mas. Estaba desesperada. Miró el reloj de nuevo, aun quedaban quince minutos de clase.

-Puedo ir al baño? -soltó de pronto levantandose.
-No puede esperar Sara?
-No... -dijo ella- tengo que ir ya... no se si sabe lo que quiero decir.
El profesor se quedó blanco mientras toda su clase se reia- Bu... bueno claro en ese caso... en ese caso vete Sara
-Gracias! -gritó mientras salia por la puerta.

Nada mas llegó al cuarto de baño se miró en el espejo e intento calmarse. ¿De verdad estaba tan desesperada? ¿De verdad no iba a ser capaz de esperar otras cuatro horas? Se miró de nuevo en el espejo y se vio echa un asco asi que intento arreglarse un poco. Estaba claro que no iba a poder esperar. Sacó su movil y escribió un mensaje: "N pdo sprr, vy ya, sprm alli" y salió corriendo sin siquiera pasar por clase para dar algun tipo de justificacion.

Caminó por la calle nerviosa, sentia mucho frio y sentia que todos la miraban con ojos acusatorios como diciendole que obraba mal y que era patetica, pero es que no podia ni queria aguantar mas. No podia ni queria pasar un minuto mas asi. En el metro comenzó a ponerse nerviosa y mas cuando vió un vagabundo tumbado en uno de los bancos. No le gustaban los bancos, le hacian sentirse mal consigo misma. Subió al metro nada mas se detuvo y nerviosa en una esquina viajó un par de paradas.

Al final llegó a la puerta del otro instituto y ahi estaba él, como habian acordado que estaria.

-Se puede saber a que viene tanta prisa? -le dijo al verla
-No podia esperar -dijo ella

Luego saltó sobre él y comenzó a besarle. Antes de que supiese que narices le pasaba a su novia Sara le arrastró hasta unos arbustos (lo mas oculto que encontró en aquel momento) y le folló salvajemente. Cuando terminaron se tumbaron en la hierba. Era la tercera vez que lo hacian.

-Bueno -dijo él dandole una calada a su cigarrillo- y a que ha venido todo esto?
-Ya te lo he dicho. No podia esperar. Supongo que no puedo vivir sin esto -dijo cogiendole el miembro
-Joder -contestó él entre risas- Serás yonki.

Se besaron y lo hicieron de nuevo ante la atonita mirada de un par de jubilados que, sentados en un banco cercano, no entendian que eran los gemidos que salian del arbusto.