jueves, 18 de diciembre de 2008

Roto

El viento otoñal, frio, antesala del invierno, soplaba con fuerza moviendo todas las hojas que habia en el suelo como si fuesen pequeños huracanes. Jorge y Laura estaban sentados en la valla mirando hacia el mar. Ninguno de los dos se miraba, él porque no podia mirarla, ella porque no queria mirarle a él.

-…Y…-dijo al rato Laura intentando cortar esa barrera de tension que de pronto ella habia creado entre los dos.- no quiero que dejemos de ser amigos por esto.

Jorge no dijo nada. Se limitó a seguir mirando al horizonte.

-Quiero decir… -continuó ella al no ver respuesta- Quiero que seamos amigos. No me gustaria perderte como amigo, me gustaria que por lo menos nos quedasemos con eso…

Ella lo miró entonces, el seguía sin mirarla y sin decir nada. Laura suspiró.

-No vas a decir nada no?… Dios… de verdad Jorge, podrias decir algo… en fin, si no vas a decir nada me voy.

Se puso de pie y comenzó a marcharse.

-Me estaba preguntando… -dijo de pronto él deteniendola.- Que pasa con todos los “te quieros” y los “hasta el fin del mundo” ahora.
Laura miró al suelo y suspiró con desgana como si no quisiese tener aquella conversación.-Se que dije que te quería Jorge. Se todo lo que te he dicho y se tambien que desde hace mucho no te lo digo… deberias de habertelo tomado como una señal o algo asi.
-No estaba hablando de eso -le cortó Jorge
-Ni yo tampoco, lo que te quiero decir es que se que dije que te queria. Y en cierta manera asi fue. Pero creo que era demasiado niña entonces… y en parte creo que lo sigo siendo. Te quería y eras lo mas importante para mi, pero… pero ya no.
-¿Por qué no?
-Simplemente… no.
-Hay otro?

Laura dudó y apartó la vista de la espalda de Jorge como si sus ojos, aunque no estuviesen mirándola la señalasen con el dedo y la acusasen.

-Si
-Quien?
-Otro.
-Que otro?
-Otra persona
-Te quiere él?
-Creo que si.
-Te has liado con él?
-No.
-Solo has hablado con él
-Si.
-Y como sabes que él te quiere?

Laura se quedó pensando de pie. A su mente vinieron recuerdos. Tardes en la biblioteca frente a Andrés. Tardes de miraditas llenas de culpa, tardes de empezar conversaciones. Tardes de cigarrillos en la puerta de la biblioteca. Un mes llevaba asi. Un mes queriendo cada dia un poco mas a ese desconocido y un poco menos a su novio. Un mes hasta que Andrés le dijes lo que llevaba tiempo queriendo escuchar.

Salió de la biblioteca a fumarse el cigarrillo de todos los dias. Estaba preocupada porque él no hubiese aparecido. Se encendió el pitillo y comenzó a fumar sola. Al rato a lo lejos en la calle le vio llegar. Iba sin libros y con la cabeza gacha, como si estuviese triste. La saludó con la mano desde lejos.

-Hola -dijo él cuando se acercó.
-Hola -le contestó ella- Porque no has venido?
-No puedo estudiar hoy
-Y eso?
-Tengo la cabeza en otro sitio
-Que te ha pasado?

Andrés se quedó en silencio sin mirarla. Ella se preocupó pues parecia excesivamente triste.

-Que no puedo dejar de pensar en ti.

Aquello la destrozó por dentro. De pronto toda su estructura se vino abajo y se derritió como un helado que lleva demasiado tiempo fuera. No podia creer estar escuchando eso.

-Y tú tienes novio, que es lo peor de todo. Yo no puedo dejar de pensar en ti y cada dia estoy mas y mas enamorado de ti y tu estas con tu novio y yo no puedo intentar nada… pero lo siento Laura, no se si deberia estar diciendote esto.
-Yo me siento igual tranquilo.,
-Que? -dijo él entre atonito y contento.
-Que yo cada dia me encuentro mas pensando en ti y menos en mi novio. Y cada dia vengo a la biblioteca no por estudiar si no para verte y estar un rato contigo.
El le dedicó media sonrisa -Y que vamos a hacer?
-No lo se…
-Yo no puedo olvidarme de ti Laura… cada dia que pasa estoy mas convencido de que si Dios hubiese creado a la mujer perfecta para mi serías tu. No puedo dejar de sentir lo que siento por ti, asi sin mas, ni voy a tirar la toalla a no ser de que tu me lo digas.
-No… no quiero que lo hagas…
-Y que vas a hacer
-Supongo que tendré que hablar con Jorge…

Y alli estaba, contandoseló. Habia pasado una semana desde lo de Andrés. Una semana que había necesitado para reunir el valor suficiente para, a sabiendas que aquello lo iba a destrozar, contarselo.

-Simplemente lo se.
-No hay ningun motivo?
-Tampoco lo habia cuando empecé a salir contigo.

Jorge no pudo evitar dejar escapar una sonrisa triste. Aquello lo estaba matando, pero tocaba comportarse como un hombre.

-Bueno… -dijo él sin darse la vuelta.- mentiría si dijese que me da igual. Pero… te quiero Laura.
Si yo no puedo hacerte feliz, si ya no me quieres, creo que es lo mejor que no sigamos. Creo que si ese chico es el que puede hacerte feliz ahora será mejor que te vayas con él.

Aquello fue como un puñetazo en la barriga para Laura que no pudo evitar estallar en lagrimas. Por eso había querido tanto a Jorge. Por esa actitud que tenía. Esa manera de comportarse de modo valiente siempre ante cualquier cosa, de no parecer debil, aunque ella supiese que en ese momento el estaba muerto.

-Gracias. -dijo ella.
-Porque?
-Por todo… por este tiempo que he pasado contigo… por esto… por todo… gracias. No quiero perder la amistad contigo.
-Y no lo harás. Mejor ser amigo tuyo que no ser nada tuyo. Pero de momento… creo que guardaremos las distancias -se giró en ese momento. Laura nunca lo había visto tan triste. No estaba llorando, pero parecía como si lo hubiesen acabado de matar. -te parece bien?
-Si. -dijo ella secandose las lagrimas.

Él dejó de mirarla.

-Siempre serás mi primer amor. -dijo Laura antes de irse
-Y tú el mio -le respondió Jorge

Al rato ella se fue y Jorge se quedó solo mirando al mar.