sábado, 14 de marzo de 2009

Estados de Animo (o No se enfadarme)

Molestia:
Es cuando salimos y de cada diez veces que hablamos siete son contestaciones bordes. Te las paso porque de momento solo estoy molesto y al fin y al cabo, seguimos de fiesta.

Enfado:
Siguiente paso. Dificil de alcanzar la verdad. Es cuando vamos a un sitio, suelto 18 euros del tiron para entrar y sigues de mala ostia y contestandome borde y cabreandote por tonterias. Entonces me largo y la cosa no mejora cuando me quiero despedir y no os encuentro y para dar diez pasos me choco catorce veces mientras os busco, escaleras arriba, escaleras abajo. Al final decido marcharme y os encuentro fuera. El estado termina de proclamarse cuando me pides que suba a un taxi contigo y lo que me sale contestarte es:
"No, con PUTAS BORDES DESAGRADABLES no voy".
El taxi se va sin mi y vuelvo andando a casa. A los diez minutos me doy cuenta de que soy un imbecil porque el sitio estaba mucho mas a tomar por culo de mi casa de lo que habia visto en un primer momento.

Calma:
Me siento en la escalerilla de un portal para descansar un momento mientras mi enfadada mente solo es capaz de pensar en improperios hacia tu persona. Me llega un sms tuyo pidiendome disculpas, que no me enfade, que tal que cual. Sorprendentemente no solo dejo de estar enfadado si no que ademas me siento mal y siento un tremendo deseo de nuevo de hablar contigo, cosa que hago como un minuto despues.

Sonrisa:
Calmado continuó mi camino y me encuentro con la tuna que me saludan recordandome que las noches en Madrid (al menos las mias) siempre tienen un detalle inesperado que me encanta