Corta historia

Corrian. Detras suyo el ruido del motor del coche en el que iban sus perseguidores no hacía si no impulsarles a correr mas rapido. De pronto, Ernest agarró la mano de Frida y tiro de ella hacía el interior del espeso bosque. Siguieron corriendo mientras escuchaban como el coche frenaba y uno de sus carceleros, el que estaba sobre el coche, echaba la bronca al conductor por su incompetencia.

Cuando creyeron estar lo suficientemente lejos y a oscuras como para ser vistos se detuvieron para recuperar el aliento.

-Les hemos perdido? -preguntó Frida
-No creo... les hemos cogido ventaja pero no creo que valga con eso para perderlos.- Tosió ahogado y escupió -vamos. Tenemos que seguir
-No puedo mas -se quejo ella
-No podemos quedarnos aqui, aqui nos encontraran. Y no volveremos alli, nos mataran por habernos escapado. No hay mas remedio, tenemos que seguir corriendo.
-Hasta cuando.
-Hasta que haga falta.

A pesar del frio y de que estaban cansados continuaron corriendo a traves del bosque.

+ + +

Cuatro años despues de aquello en un atico parisino Frida preparaba la comida. Esperaba que Ernest volviese de su trabajo en la fabrica. Se acarició la tripa, considerablemente grande debido a sus siete meses de embarazo y sonrió para si misma. Había terminado la guerra y habían olvidado el horror que habían vivido. Por fin eran libres, felices y iban a ser padres.

Alguien golpeó la puerta. Frida dejó la comida y abrio.

-¿Quien...? -empezó a decir mientras abria.

El miedo impidió que terminase la frase. Frente a ella estaba el hombre con quien tantas pesadillas había tenido. El lider del campo de concentracion en el que habían estado y el tipo que la había violado sistematicamente durante toda su estancia alli. Todavía tenia la raja cruzandole la cara que Ernest le había hecho durante su pelea, justo antes de que consiguiesen escapar del infierno.

-Hola -dijo sonriendo, su voz sonaba como la de una serpiente.

Frida grito e intento cerrar la puerta. El hombre se lo impidio y entró en la casa. Frida cogió un cuchillo y el, con fria calma bloqueó su ataque, le quitó el cuchillo y le dió un puñetazo. Frida cayó al suelo.

-De verdad creias que ibais a escapar de mi despues de lo que me hicisteis? -dijo sin dejar de sonreir.

Frida lloraba en el suelo. El cuchillo se clavó a su lado

-Hoy morireis ratas judias -dijo mientras se bajaba los pantalones.

En ese momento apareció Ernest, que al ver la escena sintió hervir su sangre en el cerebro y mas ira de la que jamas había sentido. Miró a su mujer y vió como ella le devolvia la mirada. El general se dió la vuelta y cogió rapidamente el cuchillo.

-Hijo de puta! -gritó mientras se abalanzaba sobre el.

Placó al general y lo empujó hasta la ventana.

Los dos hombres la atravesaron y cayeron al vacio, murieron en el acto ante la atonita mirada de todas las personas que pasaban por alli.

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En los periodicos del dia siguiente solo ponía "general nazi huido muere al caer desde una ventana", no había ninguna referencia a Ernest.

Frida, que no había dejado de llorar dejó el periodico, se acarició la tripa y miró por la ventana como el sol se ponía en Paris.