lunes, 4 de mayo de 2009

Sigue lloviendo (una historia larga que dudo que nadie salvo bosco lea)

Llevaba lloviendo cuatro dias y Gonzalo seguia tumbado en la cama.

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Supongo que cuando uno empieza a contar una historia debe hacerlo desde el principio, pero la cosa se complica si esa historia que va a contar pertenece realmente a la historia de su vida y no es mas que una mera anecdota.

Porque las grandes historias de la vida no empiezan en un momento determinado, vienen de otras historias y esas de otras y asi sucesivamente, asi que cada vez que Gonzalo intentaba contar la gran historia de su vida se remontaba siempre al mismo punto, a Daniela.

Daniela y Gonzalo se habian conocido en un bar, el ni siquiera queria conocer a nadie, acababa de dejar dos dias antes a su ultimo rollo demasiado largo (aquellas novias a las que no queria y que solo eran polvos de un par de semanas) y, siguiendo su regla del respeto (ya que al fin y al cabo era un cabron con todas ellas) cuando entró en el bar no podia liarse con nadie (daba siempre una semana de margen). Por su parte Daniela tambien acababa de salir de una relacion, pero esta vez era de una relacion seria, o que al menos ella habia considerado seria hasta que se agotó de su antiguo novio y de sus constantes putadas.

Con lo que ella tampoco iba buscando nada.

De hecho la manera en la que Daniela y Gonzalo se encontraron fue una de las mas sencillas del mundo, simplemente coincidieron en la barra, él iba a pedir la siguiente ronda para Alvaro y Nico, y ella iba a pedir su primera copa despues de un dia horrible. Para ahorrar tiempo (porque aquella chica le dio lastima) él le dijo:

-¿Quieres que te pida algo?
-Si gracias -dijo sonriendole aliviada
-¿Que bebes?
-Whiskey con redbull
-En serio -dijo el atonito
-¿Si que pasa?
-No se... es raro ver a una chica pedirse eso -le sonrio- Me gusta
-Vaya gracias -dijo ella riendo.

Despues les sirivieron lo que habian pedido, el insistió en pagar su copa ya que al fin y al cabo era segun su criterio "una copa de hombres y por lo tanto solo los hombres podian pagarla" (eso lo dijo para hacer la gracia no porque lo pensase de verdad), ella le agradecio ser la unica persona amable con la que se habia encontrado en todo el dia y cada uno volvieron a su puesto, Gonzalo con sus amigos, Daniela con su grupo de amigas gritonas.

Sin embargo ninguno de los dos, ni él desde la mesa de billar, ni ella desde sus conversaciones intrascendentes pudo dejar de mirar al otro durante toda la noche.

Cuando ya no quedaba nadie en el bar mas que Gonzalo y sus amigos (que estaban terminando su ultima partida) y Daniela se iba a marchar se acercó a donde él.

-E! -le grito por la espalda
Él se giro sorprendido -Hombre, la chica del redbull, ¿Que hay?
-¿No has venido a hablar conmigo?
-¿Tenia que ir?
-Estas de coña llevo esperando a que te acercases toda la noche, creia que las señales eran evidentes, y sin embargo, tu como si nada, aqui, jugando al billar.
-Bueno, las señales eran evidentes si te sirve de consuelo, pero ahora mismo estoy en voto de castidad. Es una pena porque me has parecido una chica genial y muy interesante en nuestra escasa conversacion de dos minutos, pero... solo puedo lamentarme de una oportunidad perdida.
-Y cuando estarás disponible?
-La semana que viene supongo
-Bien, dame tu movil

Le dio su movil, ella apuntó su numero y su nombre y se lo devolvio.

-Llamame
-Mmmm -dijo Gonzalo -Asi que Daniela e?
-Si. ¿Y tu eras...?
El le sonrió -Te lo diré cuando te llame Daniela

Ella le devolvió la sonrisa y se marchó.

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Aunque es cierto que, como siempre dijo ella, Daniela nunca tuvo demasiadas esperanzas en que Gonzalo la llamase, lo cierto es que al final de la siguiente semana contaba los segundos mordiendose las uñas mirando al movil en silencio. Y este evidentemente no sonaba.

Asi que pasó una semana y decidió volver al bar, arrastró a un par de amigas hasta alli ya que tenia la esperanza de volver a encontrar a aquel chico sin nombre que no la habia llamado.

Y en efecto, alli estaba, de nuevo jugando al billar y fumando.

-E! -le gritó de nuevo ella por la espalda.
-Vaya Daniela ¿que tal? -dijo el sonriendo
-No seas imbecil, porque no me has llamado?
-Bueno no ha pasado una semana
-Si que ha pasado una semana
-No ha pasado
-¿Como que no?
-¿Que dia es hoy?
-Sabado
-¿Que dia nos conocimos?
-El sabado.
-Por eso, no ha pasado una semana.
Ella tembló de rabia y le dió un sopapo -Gilipollas.

Despues se marchó del bar hecha una furia. Sin embargo no lloró, porque aunque aquel chico era un gilipollas habia conseguido llamar la atencion de Daniela, por eso cuando un numero desconocido la llamó exactamente a las doce de la noche ella lo cogió ansiosa

-Si? -dijo
Y una voz que llevaba una semana esperando escuchar al otro lado del telefono dijo -Bueno, ya ha pasado una semana, puedes venir al bar a que te invite a un Whiskey con redbull?
-Gilipollas... -dijo ella sin poder controlar una lagrimad e emocion.
-Puedo?
-Solo si me dices como te llamas
-Gonzalo
-Bueno, pues estaré en quince minutos Gonzalo.

+ + +

Y asi fue como Daniela y Gonzalo comenzaron a salir juntos. Lo pasaron bien, conectaron perfectamente desde el primer momento y aquella relacion supuso para los dos todo lo que llevaban tiempo hechando de menos. Querer a alguien de verdad.

Sin embargo si hay una gran mentira en la tierra esa es la del amor eterno y pasados los primeros nueve meses todo comenzó a complicarse. Se seguian teniendo muchisimo cariño, se seguian llevando genial pero era obvio que ya no era lo mismo y la respuesta logica era que tal vez estuviesen mejor como amigos.

Y asi un dia en un gesto de sorprendente madurez por parte de ambos, rompieron de mutuo acuerdo pero continuaron con su amistad. Tuvieron un par de pequeños deslices pero por lo de mas consiguieron controlarse.

La vida pasó y aunque el grupo de Daniela y el grupo de Gonzalo habia pasado a llamarse el grupo de Daniela y Gonzalo ellos consiguieron llevarlo bien. Tan bien que casi nueve meses despues de que rompiesen él comenzó a salir con otra chica, Laura.

Laura y Gonzalo se conocieron tambien por pura casualidad mientras los dos iban a comprar entradas para un concierto. Habia una cola tremenda ya que hacia años que aquel grupo no tocaba en su pais y los dos llevaban alli desde las tres de la madrugada. Mientras esperaban, y para no ceder ante el cansancio hablaron. Hablaron durante horas y hablaron de todo. Y de nuevo Gonzalo volvio a sentir esa conexion que ya habia perdido la esperanza de encontrar.

Para su desgracia cuando él la conocio Laura estaba saliendo con otro tipo, Santi, un gilipollas terrible, deportista, buen estudiante, el tipico tipo que un hombre como Gonzalo odiaria (y el tipico tio que odiaria a alguien como Gonzalo). Él consiguió su numero de telefono en la cola y durante el mes siguiente (el mes previo al esperado concierto) hizo todo lo posible por hacerse un hueco en su mente. Al fin y al cabo aun tenia oportunidad, aun no habia rebasado la barrera de los nueve meses.

La barrera de los nueve meses, segun le gustaba contar a Gonzalo, era lo que el consideraba el final de una relacion de transito y el principio de una relacion seria. Era cierto que no tenia, en cuestiones de experiencia personal, mas experiencia que una, pero por lo que habia comprobado observando a sus amigos era que se cumplia a la perfeccion. Todos aquellos que superaron la barrera de los nueve meses con exito llevaban mas de dos años juntos. El resto todos y cada uno lo habian dejado antes o justo en esas fechas.

Y por suerte para Gonzalo Laura no habia superado esa barrera con Santi, lo que el consideró como una oportunidad.

Forzó que se encontrasen por la calle, comenzó a ir a su mismo gimnasio, incluso empezó a hacer yoga, y lo cierto es que al final, gracias a sus esfuerzos (y tambien en gran medida a los celos recien descubiertos de Santi), el dia del concierto Gonzalo tenia un pequeño hueco en la mente de ella, hueco que agrandó con una palanca metaforica en forma del gesto mas romantico que nadie habia hecho jamas. Consiguió que el grupo tocase dos canciones solo para ellos dos en el backstage.

Horas antes del concierto y vestido como uno de los trbajadores que montaban el escenario se habia colado en el estadio en donde iban a tocar. Desde alli esperó hasta que llegaron y cuando lo hicieron se coló en sus camerinos como una grupie que lleva un año sin mojar y les contó su historia. Para su sorpresa todo aquello funcionó y no solo le dieron pases vips si no que prometieron tocarle dos canciones en exclusiva a la chica.

Y asi fue como Laura y Gonzalo comenzaron a salir.

Sin embargo... ¿Porque Gonzalo comenzaba a contar su historia con Laura año y medio antes de conocerla? Bueno resultó que, al menos en lo que respectaba a Daniela, las cosas no estaban tan terminadas como a él le hubiesen gustado.

Mientras le pasaban todas esas cosas ella habia comenzado a salir con el bajista de un grupo de hardcore llamado Mus. Bueno, tenia otro nombre pero por algun motivo que Gonzalo nunca llegó a entender todo el mundo le conocia como Mus. Y lo curioso del caso es que Daniela era feliz con aquel tipo. Era la clase de imbecil peligroso que a ella le gustaba.

Pero con los ex pasa una cosa muy curiosa y es que aunque queramos, si no cerramos esa puerta, si solo la dejamos entreabierta, mas tarde o mas temprano volveremos a sentir deseos de abrirla. Da igual bajo cuantas cosas lo entierres, al final volverá a salir a la luz. Y precisamente por ese motivo la relacion entre Daniela y Mus se jodió a los tres meses de que Gonzalo empezase a salir con Laura.

¿Su ex-novio saliendo con una pija gilipollas? Sin darse cuenta ella estalló en un ataque de celos muy poco propio y, sin querer (ya que le tenia muchisimo cariño a Gonzalo y lo ultimo que queria era joderle su recien adquirida relacion) comenzó a intentar ligarselo.

Llegados a este punto de la historia cada vez que la contaba Gonzalo siempre matizaba del mismo modo "y si, era una zorra, pero lo cierto es que yo tambien le tenia cariño ¿Que queriais que hiciese?" y poco despues de aquello él decidió abrir un poco mas aquella puerta que no habia cerrado del todo.

Y poco antes de llegar a los nueve meses (al parecer la vida de Gonzalo se dividia en plazos de nueve meses cada uno) no sabia que hacer. Habia abierto demasiado la puerta y ya no sabia si queria volver a cerrarla ni sabia si queria darle un portazo en las narices a su actual y querida novia Laura.

Sin embargo la respuesta llegó poco despues, en forma de un viejo gilipollas llamado Santi.

Resultó que la puerta que Gonzalo y Daniela no habian cerrado era la misma que Laura y su ex habian decidido no cerrar, lo unico que pasó fue que ella calló antes.

+ + +

Llevaba lloviendo cuatro dias y Gonzalo seguia tumbado en la cama del piso que compartia con su mejor amigo Alvaro. Escuchó como se abria la puerta de la calle y una conversacion en susurros que no pudo entender, despues se abrió la puerta de su cuarto y un perfume que conocia muy bien y que habia olido por primera vez en un bar mientras pedia tres cervezas y un wishkey con redbull se tumbó a su lado.

-Que tal estas? -le susurro al oido.
-Bien... al final resultó que solo era de pasó.
-La barrera de los nueve meses e?
-Eso parece...
-¿No quieres salir de la cama?
-No creo ¿Que tal tiempo hace fuera?
-Bueno... sigue lloviendo.

Y los dos se quedaron abrazados en silencio.